información general
El doble revés de los precios altos de los alimentos y la desaceleración económica ha empujado a más de 100 millones de personas hacia la pobreza y el hambre.
Si bien los precios internacionales han disminuido desde sus cifras máximas de 2008, todavía no llegan a los niveles que tenían antes de la crisis de alimentos y persiste el peligro de su inestabilidad. En mayo de 2009 los precios promedio de los alimentos estaban un 24% por encima de los de 2006. Y en muchos países en desarrollo el costo de los alimentos básicos se resiste a bajar.
El desempleo y la disminución de los salarios, las remesas y los servicios del gobierno, consecuencias del bache económico, amenazan con sumarse a las tribulaciones de las personas más pobres, que ya gastan del 60% al 80% de sus ingresos en alimentos.
Los pequeños agricultores, muchos de los cuales son mujeres, están en una situación muy difícil, no pueden permitirse adquirir insumos de buena calidad para producir más cultivos a fin de alimentar a sus familias e incrementar sus ingresos.
Respuesta internacional ante la crisis de alimentos
La FAO señaló desde julio de 2007 que los precios de los alimentos estaban subiendo. En diciembre del mismo año puso en marcha su Iniciativa sobre la subida de los precios de los alimentos (ISFP) con el fin de ayudar a los pequeños agricultores a incrementar su producción y obtener más ganancias.
La FAO contribuyó significativamente al trabajo del Equipo de Tareas de Alto Nivel sobre la Crisis Mundial de la Seguridad Alimentaria formado en abril de 2008. Un resultado fue el Marco Amplio para la Acción, una estrategia mundial y plan de acción para suavizar el impacto inmediato del aumento de los precios de los alimentos a la vez que se tomaban medidas de plazo más largo para lograr una seguridad alimentaria sostenible.
Las iniciativas de la FAO para contribuir al aumento de la producción de alimentos de los pequeños agricultores y a fortalecer su capacidad de recuperación de largo plazo concuerdan con los objetivos del Marco Amplio para la Acción de corto y largo plazo.
Intervención de la FAO a la fecha
La FAO está trabajando en 90 países, ayudando a incrementar la producción de alimentos mediante el suministro de semillas mejoradas, fertilizantes y otros insumos agrícolas, así como asistencia técnica.
Gracias a la significativa contribución de la Unión Europea, en mayo de 2009 la FAO puso en marcha diversos proyectos en 25 países de África, Asia y América Latina y el Caribe, en apoyo a los pequeños agricultores víctimas de la crisis mundial de alimentos. Estos proyectos se financian con el Mecanismo alimentario de la UE de un millardo de euros.
De 2008 a 2009 se llevó a cabo una serie de misiones de evaluación y evaluaciones rápidas interinstitucionales en el marco del Mecanismo alimentario de la UE, resumidas en el documento Responding to the food crisis:synthesis of medium-term measures proposed in inter-agency assessments.
La FAO dio asesoramiento sobre políticas a los gobiernos. En la Guide for immediate country level action se presenta un panorama general y el análisis de distintas respuestas normativas ante la subida de los precios de los alimentos, mientras que el documento Country responses to the food security crisis trata las consecuencias iniciales de las políticas aplicadas.
La FAO también está dando mayor seguimiento a los precios de los alimentos al consumidor y al mayoreo, a los grados de inseguridad alimentaria en los países vulnerables y el impacto del aumento de los precios de los alimentos en el mundo, las regiones y los países, a través de su Sistema mundial de información y alerta sobre la agricultura y la alimentación (SMIA).
Avanzar hacia la seguridad alimentaria de largo plazo
Es evidente la necesidad de incrementar las actividades en todos los niveles para fortalecer la seguridad alimentaria y la nutrición a largo plazo, así como la capacidad de recuperación de los agricultores vulnerables en crisis futuras, frente a la inestabilidad del mercado y el cambio climático.
Con este fin, la FAO apoya las actividades de los gobiernos destinadas a incrementar la producción de alimentos de los pequeños agricultores mediante un acceso sostenido a insumos de calidad, mejoramiento de la infraestructura rural y de la gestión de los recursos naturales y un mayor acceso a asistencia técnica, creación de capacidad, crédito y mercados.
La FAO también promueve una mayor inversión en la agricultura ―desde la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) hasta el gasto público y las inversiones privadas― a fin de reactivar la agricultura en la lucha contra la pobreza, el hambre y la malnutrición.
Financiación
Muchas de las medidas de emergencia se han realizado con los propios fondos de la FAO, a través de proyectos del Programa de Cooperación Técnica, por un total de 37,3 millones de USD. La Unión Europea aportó 314 millones de USD a la FAO a través de su Mecanismo alimentario de la UE.
Otros donantes del ISFP son: Andorra, Austria, Bélgica, Italia, los Países Bajos, España, Suecia, el Reino Unido, los Estados Unidos, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Banco Mundial.
El total de la financiación es de 449 millones de USD.
